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Crisis financiera: Qué pasará?


La crisis financiera acarreará serios daños en la economía de los países de menos ingresos en América Latina; aunque bien es cierto que la economía de estos puede mostrar cierta  resistencia y que las consecuencias  serán más representativas en unos que en otros países del continente.

El mercado financiero de los Estados Unidos de Norte América, ha  provocado un desajuste en el sistema financiero mundial. No es menos cierto también que es  Estados Unidos, el principal socio comercial de La mayoría de estos países, por tanto las autoridades de no poden mirar para otro lado mientras la crisis entra por la puerta.

A medida que la crisis va arrasando por  el mundo, los síntomas de la desaceleración económica empiezan a dejar en evidencia. Aunque algunos por intereses políticos intente dar muestras de tranquilidad, los  datos negativos que arrojan algunos indicadores económicos, como el aumento del desempleo, la contracción de la actividad industrial o la disminución de las remesas y de la inversión extranjera directa, siembran  preocupación.

Poco a poco las voces de economistas, advierten la prolongada situación, que está lejos de resolverse.  El Premio Nobel de Economía Joseph Sitglitz pidió a los gobiernos de América Latina “no ser demasiado optimistas” puesto que, según él, la crisis les iba a afectar “enormemente”. Consideró en el caso específico de México que las consecuencias serían a más largo plazo debido a la cercana relación comercial que tiene con Estados Unidos.

El economista turco Nouriel Roubini, que está cosechando un inmenso prestigio internacional por ser el único en haber vaticinado la crisis con varios años de antelación, afirma que para una economía emergente, crecer menos que de costumbre equivale a una recesión porque aumentaría la pobreza. Es el caso de muchos de nuestros países.

Las fuentes de ingresos en divisas cayeron: las exportaciones, las remesas y el turismo. Y en algunos casos la moneda des estos se ha desplomado, disparándose  la inflación, los efectos a medio y largo plazo son incalculables. La recuperación, tardará algunos años.
Millones de hogares se están viendo  afectados por la crisis, al no poder pagar sus deudas por las exorbitantes tasas de interés.

En medio del descalabro bancario mundial, cuando decenas de entidades financieras se declaran en quiebra, algunos capitales extranjeros no cotizan en el mercado nacional de valores y dificultan un eventual plan de rescate por parte de los Estado.

Por otro lado, no se puede dejar de mencionar las inmensas pérdidas registradas por los fondos privados de retiro de los trabajadores a causa de la depreciación de los activos en los que se invirtieron. Pero el fin de año se acerca y es cuando los gastos en los hogares se incrementan, por tanto la morosidad en los pagos se extiende, convirtiendo la crisis financiera en un problema socio político sin reversión, elemento que da al traste con los  supuestos movimientos revolucionarios en América.

Por supuesto que esta condiciones hace de los pensionados y subsidiados las victimas más susceptible de las inestabilidades  de los mercados financieros. La disminución de estos fondos siembra también la preocupación en las personas  que está a punto de jubilarse lo que les hará replantearse, el  renunciar a su retiro y seguir trabajando.